SUDÁFRICA | Provocado por el calor
El misterioso robo de agua de las piscinas
Los ladrones usan una bomba manual en vez de un generador para no hacer ruido
Javier Brandoli | Ciudad del Cabo
Actualizado domingo 27/02/2011 16:20 horas
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"Una mañana me levanté y me di cuenta de que por la noche me habían robado el agua de la piscina". Podría ser el comienzo de un thriller de humor si no fuera que la declaración es real y forma parte de un nuevo estilo de robos que se están practicando en Sudáfrica, en los alrededores de la ciudad de Port Elizabeth. La sequía de los últimos años ha provocado que el agua se haya convertido en artículo de lujo para el llenado de piscinas. Se paga a diez euros el kilolitro, ya que los pozos ya están sobreexplotados.
La cosa es que la Policía ha reconocido que ha montado un dispositivo de vigilancia para descubrir el misterio que se esconde tras el robo de agua. Las primeras pesquisas apuntan a un mercado negro de agua ilegal que se mueve por la ciudad. "Un día leí en el periódico que habían robado a algunos vecinos y me moría de risa. Días después se me quedó cara de tonto cuando me levanté y me encontré que me habían robado el agua mientras dormía", explica Jack Bilsbury, la última víctima, en el periódico 'The Times'. Otro residente dice que su pileta fue vaciada mientras salía de casa a hacer unas compras. "No he puesto denuncia porque mi agua no tenía ninguna marca", dice el tipo entre bromas. "Pasó de estar llena hasta los bordes a quedarse vacía", dice la resignada víctima.
Las investigaciones de este delirante caso se centran ahora en el nuevo mercado negro de agua para piscinas. "Hay mucho delincuente oportunista que practica formas innovadoras de robo. Sacan el agua bombeándola desde fuera de la casa", explica el responsable de una empresa privada de la zona. "En la mayoría de los casos usan una bomba manual, no un generador que hace mucho ruido. Todos los vecinos deben denunciar si ven un coches o camiones que porten tanques de aspecto sospechoso".
Y es que el agua de piscina se ha convertido en una codiciadísima mercancía, más con el alto calor de este verano en Sudáfrica, por la eterna sequía. "Nadie puede llenar sus piscinas", explican los residentes. "Yo rezo porque llegue la lluvia, hace años que sufrimos estos problemas", dice el reverendo Dannie du Plessis, otra de las víctimas a la que el año pasado vaciaron en dos ocasiones la piscina (10.000 litros cada vez). "Es el crimen perfecto", dicen las víctimas: "¿Quién puede reconocer el agua de su piscina?".
Fuente:http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/27/internacional/1298818921.html
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